2024/05/07

Día del Libro

 El pasado 23 de abril con motivo del Día del Libro, con entusiasmo y creatividad, las alumnas de primero de promoción de igualdad de género organizaron diversas actividades para fomentar el amor por los libros y, al mismo tiempo, sembrar semillas de igualdad y respeto entre los más pequeños.


Las futuras promotoras de igualdad seleccionaron cuidadosamente libros que reflejan la diversidad y la inclusión, sembrando así semillas de igualdad y amor por la lectura, con el potencial de florecer en un futuro donde las niñas y niños crezcan con autoestima y libres de roles de género.


Más allá de la lectura, se organizaron talleres dinámicos donde la alegría y el entusiasmo llenaban el ambiente mientras colaboraban, creando un espacio de aprendizaje y reflexión colectiva.


¡Qué mágico inspirar a las nuevas generaciones a través del poder transformador de la lectura!



Julia López de Lemus Pérez, alumna de 1º de Promoción de Igualdad de Género.



2024/05/05

Ida y vuelta

 

Lo que viene a continuación es una historia creada y totalmente inventada, por Claudia Navarro Rojas, alumna de 1º de Promoción de Igualdad de Género.


Cualquier coincidencia con la realidad es pura coincidencia. Y si encuentras muchas cosas reales, reflexiona por qué.


Mañana por la noche salimos. Las dos, Laura y yo. El plan es noche de pelis y esperar a que las discotecas abran a las 2 de la mañana. Hace tiempo que no lo hacíamos” Este es el twit que subió ayer Clara. Acaba de cumplir la mayoría de edad y por fin no tiene que falsificar su documentación para salir de fiesta. Laura, su mejor amiga desde la infancia, tiene dos años más y siempre ha querido ir a su ritmo. Se ve que nadie le dijo que no debía tener prisa para crecer, ni siquiera su amiga. 

Hoy es el día, y Laura y Clara se van a preparar juntas en casa de Laura. Sus padres se han ido el finde a la casa de la playa, y su hermano mayor duerme en casa de la novia. Nadie sabe que se va a ir de fiesta salvo su amiga Clara. 

Eligen ver el “diario de Noah” mientras se comen una pizza y preparan sus mejores ropas para salir de fiesta. Clara tiene poco pecho y prefiere ponerse una falda corta que un escote bajo. Laura, en cambio, es prominente de pecho y siempre ha sido animada por su amiga para que “explotara esas tetas”. Afirma que así le regalarán copas seguro. Laura, a pesar de no sentirse del todo segura con el outfit que su amiga le ha escogido, se lo pone. Se ve muy mayor, no parece tener solo 18 años. 

Laura es consciente de que si su padre o su madre la vieran así vestida y maquillada no la dejarían salir y menos de fiesta. Además, esa noche hace frío y no quiere coger abrigo para no tener que cargarlo. Mañana estará resfriada seguramente. 


Por fin es la hora de irse, y deciden ir andando para entrar en calor. Quieren ahorrarse el dinero del uber para la vuelta. 


Están muy contentas. Es su primera fiesta legal juntas. Laura ya puede pedir sus propias copas y Clara quiere enseñarle un lugar nuevo al que no habían ido juntas antes. Está un poco lejos de casa pero no les importa andar. 


Esto pasó una noche de julio. No fue hasta una mañana de septiembre que Laura volvió a subir un twit. “Aprender de las experiencias es lo que nos hace mantenernos vivas. Pero no siempre”. Todos se estaban preguntando qué fue de Clara y de Laura, y qué tal se lo pasaron aquella noche. Sabemos que fueron andando a la discoteca, y que a la vuelta querían coger un uber. Pero nunca lo llegaron a coger. Laura volvió a su casa a las 5 de la mañana, pero andando. Clara, en cambio, no volvió a pisar la casa de Laura. 


Esto podría ser una historia mal contada. Dos amigas que se enfadaron a mitad de la fiesta y dejaron de hablarse. Una pelea por un chico tal vez, donde Clara dejase tirada a Laura por haber ligado. Pero no fue lo que sucedió. 

Sobre las 2:30 de la mañana entraron en una discoteca las dos. Lo primero que hicieron fue acercarse a la barra a pedir dos copas, pero debido al camino tan largo que habían andado Laura tenía que entrar al baño, y Clara se quedó hablando con el camarero. Las amigas iban a todos lados juntas, pero en este caso no. A las 2.42 de la mañana Laura volvía del baño a por su copa, y la encontró. A la que no vio fue a su amiga. Preguntó por ella al otro camarero que atendía en la barra por su compañero, pero afirmaba que sólo él era el que ponía las copas. ¿Y Clara? 


Antes de terminar el mes de agosto Laura recibió una llamada. “La hemos encontrado”, le dijeron, “pero necesitamos que vengas a dar declaración”. Era la policía. Su amiga había aparecido en la ciudad de al lado, envuelta en una bolsa de basura, magullada y el cuerpo a medio descomponer. La noche que Laura llegó de fiesta a su casa, Clara no volvió a ver la luz del día.